“Hay una realidad: ellos tienen a Nadal”, explicó Leonardo Mayer tras perder el partido de dobles junto a Máximo González. Esa derrota puso fin a la participación de Argentina en la ronda final de la nueva Copa Davis. Todo fue más o menos como se preveía. Si Guido Pella ganaba, lo haría de forma ajustada. Si se daba ese triunfo, Diego Schwartzman, en vez de entrar con una presión del ciento por ciento, entraría con una mínimamente menor de 90 ante el número uno del mundo, Rafael Nadal, que de poco sirvió. La definición quedó en el dobles. España, favorita en la previa, ganó 2 a 1 y Argentina volvió a casa desde la “Caja Mágica” de Madrid.
Pella hizo un gran trabajo para dar el primer punto. “Fue uno de los partidos más difíciles de mi carrera”, reconoció Pella. El zurdo, a pura concentración, dio vuelta el juego y venció a Pablo Carreño Busta por 6-7 (3-7), 7-6 (7-4) y 6-1. “Encima con 10.000 españoles en contra, pero por suerte no me caí después de perder el primer set y pude ganar”, destacó sobre el intensísimo ambiente.
Un extra que no le hizo falta a Nadal. El líder mundial del ranking jugó un partido impecable para ganar 6-1 y 6-2. Por eso es que Schwartzman no encontró variante alguna. Nadal casi no cometió errores no forzados, acertó desde todos los ángulos y además sacó mejor de lo habitual (con el primer servicio ganó 22 de los 23 puntos y con el segundo, 10 de 15). Si ya ahí Nadal era “el” hombre de la serie, con lo que hizo después, se convirtió en el mejor de los cuartos de final. El capitán español, Sergi Bruguera, lo puso en lugar de Feliciano López en el partido de dobles. A la par de Marcel Granollers, el manacorí fue el desequilibrante de la dupla que venció a González y Mayer. La dupla argentina, que no era la planeada ya que González iba a formar con Horacio Zeballos (no estaba al máximo por una molestia) fueron un binomio problemático para Nadal y Granollers; vendieron cara su derrota por 6-4, 4-6 y 6-3.